La química del amor
Tomado de: http://www.elpais.com.co/elpais/entretenimiento/noticias/quimica-amor-cientificos-explican-por-nos-enamoramos
Recientemente
investigadores de la Universidad College de Londres captaron imágenes de
cerebros enamorados y concluyeron que ante la visión del ser amado no solo se
activan algunas zonas del cerebro, como el córtex anterior cingulado (que
también responde al estímulo de drogas sintéticas produciendo sensaciones de
euforia), sino que las áreas encargadas de realizar juicios sociales y de
someter al prójimo a valoración, se inactivan, volviéndonos “ciegos” de amor.
Aunque nos atraen las personas con rasgos similares a los nuestros,
tendemos a elegir el olor de quienes tienen un sistema inmunológico distinto.
Y antes de que una persona se fije en otra ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra. Incluso influye el tipo sanguíneo (A, B, AB, O), pues la atracción suele suceder con las personas del mismo tipo.
Y antes de que una persona se fije en otra ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra. Incluso influye el tipo sanguíneo (A, B, AB, O), pues la atracción suele suceder con las personas del mismo tipo.
Atracción: Ellos se enamoran por los ojos y ellas,
por el oído
En la primera etapa
del amor, el enamoramiento, intervienen más los ojos del hombre, los oídos de
la mujer, y el olfato en ambos, en especial las feromonas, sustancias que
diferentes animales secretan y que producen modificaciones en el sexo opuesto y
tienen que ver con la atracción. Al bailar se produce una fábrica de feromonas,
que según la etapa de la vida en la que estén ambos, puede hacer que se dé
atracción instantánea (‘amor a primera vista’). Después del orgasmo, el sistema
límbico del cerebro libera la hormona oxitocina. Según el experto en el tema de
la Universidad de Edimburgo, Gareth Leng, la oxitocina ayuda a forjar lazos
permanentes entre amantes. La hormona actúa cambiando las conexiones de los
miles de millones de circuitos cerebrales. Leng señala que dicha sustancia
afianza el vínculo entre una madre y su bebé, y se produce tanto durante un
parto como en un orgasmo. Hace que la pareja se sienta más vinculada y cercana
emocionalmente. Cuando esta se combina con los estrógenos, hormonas femeninas,
la mujer se siente cariñosa y conversadora. Pero cuando se mezcla con las hormonas
masculinas, la testosterona, puede provocarle a él una necesidad incontenible
de dormir. Si se tienen suficientes relaciones con la misma persona es muy
probable que esta bomba de hormonas nos haga perder la cabeza por alguien.
Enamoramiento
Desde la
bioquímica, el enamoramiento se explica por la intervención de las sustancias
monoaminas “como la dopamina, un neurotransmisor y una hormona que se asocia
con un sistema de recompensa y placer en el cerebro, así que cuando la
secretamos nos sentimos muy bien”, dice Leonardo Palacios Sánchez, neurólogo y
decano de la Facultad de Medicina de la Universidad del Rosario. Estudios
realizados con imágenes de resonancia magnética funcional permiten ver que
cuando una persona enamorada ve la foto del ser amado o escucha su nombre y la
compara con un sujeto neutral, se le activan áreas del cerebro. Esto hace que
“él o la enamorada” actúe extraño pierda el juicio, todo le parece perfecto; se
le altera el sueño, y aunque trasnoche no se siente descompensado. Experimenta
menos dolor. Se altera la atención, olvida todo, no hace lo que se le
encomendó. A este proceso se suma la sustancia factor de crecimiento neural, y
se reduce el neurotransmisor serotonina, que hace que la persona tenga
pensamientos y conductas obsesivas por el otro.
El narcótico del amor
La feniletilamina
(FEA), anfetamina que segrega el cuerpo, es una de las sustancias implicadas en
el enamoramiento. Este compuesto activa la secreción de dopamina,
neurotransmisor implicado en las sensaciones de deseo y que nos hace querer
repetir lo que nos proporciona placer, y produce oxitocina que activa el deseo
sexual.
Al inundarse el
cerebro de esta sustancia, este responde secretando dopamina, neurotransmisor
responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, de la capacidad de
desear algo y de repetir un comportamiento que genera placer, norepinefrina y
oxiticina, que además de estimular las contracciones uterinas para el parto y
producir leche, es un mensajero químico del deseo sexual, y estimula los
neurotransmisores que originan al enamoramiento. Tal mezcla de compuestos hace
que los enamorados permanezcan horas haciendo el amor y noches conversando, sin
cansancio, que estén siempre excitados, que necesiten al otro como una droga y
que su capacidad para juzgarla se reduzca a cero.
Las sustancias del abrazo y de la monogamia
Después de uno a
tres años, la pareja empieza a consolidarse y cae la producción brutal de
dopamina, sustancias que aceleran, y las parejas pasan a la ‘atracción
intelectiva’. El uno encuentra en el otro mucho más que una persona que lo
atrae física, sensual y sexualmente y pasa de la etapa en la que se dice “te
deseo” a la que se dice “te quiero”. Georgina Montemayor, académica del
departamento de anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional
Autónoma de México, afirma que al recibir un abrazo, un apretón de manos o una
caricia, el cerebro libera oxitocina, conocida como sustancia química del
abrazo, que se descubrió en 1953. La liberan hombres y mujeres al tocarse,
abrazarse, y tiene un aumento máximo en el momento del orgasmo, cuando llega a
subir hasta 400 % por encima del nivel normal y hace que las personas se
apeguen. Otra sustancia es la vasopresina o ‘sustancia química de la monogamia’,
que se incrementa y hace que el vínculo se prolongue durante muchos años.
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