lunes, 27 de octubre de 2014

Esto es para todos los grupos.

PRENDAS DE VESTIR PARA GENTE IGNORANTE

Durante el periodo más frío del año solemos vestirnos con ropa de abrigo y, hoy en día, contamos con numerosas alternativas para escoger. Algunas personas, que suelen tener la cartera bastante llena, compran abrigos de pieles. Si está pensando en comprarse un abrigo de pieles, párese un momento a reflexionar.  ¿Sabe usted qué es lo que hay detrás de un abrigo de pieles?

Los animales cuyas pieles servirán para elaborar abrigos se crían en granjas en las que viven de forma miserable, hacinados en jaulas con suelos de malla en los que se hace difícil andar y provocan heridas en las patas de los animales. El poco espacio y la falta de actividad natural con frecuencia los lleva a tener un comportamiento estereotipado y a caer en el canibalismo. Del mismo modo, el entorno poco natural hace que proliferen determinadas enfermedades mortales.

Según las leyes de protección de animales, los animales cuyas pieles se destinan a la fabricación de abrigos deben criarse en un ambiente correcto, que garantice una buena salud y un compartimiento natural. ¿Eso significa que el 100% de nuestras granjas son ilegales? ¡Pues sí¡ ¿Qué zorro puede excavar una madriguera en un suelo de malla? ¿Cómo puede capturar peces un visón?

Argumentos estúpidos, como “los animales nacieron en cautiverio y no conocen otro tipo de vida”, sólo demuestran la necedad de los representantes del comercio de pieles. La necesidad innata de libertad de movimientos y de llevar a cabo actividades naturales no puede reprimirse ni eliminarse.

¿Pero la calidad de la piel no indica que, a pesar de todo, los animales son felices? ¡No! Una piel brillante y fuerte sólo es el resultado de una alimentación nutritiva y rica en proteínas, precisamente en un momento en que una gran parte de la población de la tierra muere de hambre. ¡Reconozcan que es una locura!  Además, durante muchos años se ha llevado a cabo una eliminación sistemática de ejemplares con piel poco vistosa y se sacrifican los animales cuando el pelaje está en su mejor momento.

Su muerte es tan cruel como su vida. Los visones mueren gaseados y los zorros electrocutados. Se trata de una muerte sin sentido para acabar con una vida sin sentido, destinada a fabricar una prenda de vestir innecesaria.

¿Sabe usted que existen cincuenta millones de animales destinados a la producción de pieles en el mundo, la mitad de los cuales se encuentran en Escandinavia? Esa cifra no debe sorprendernos, teniendo en cuenta que para fabricar un abrigo de pieles se necesitan entre 50 y 70 visones, 70 zorros o 400 ardillas.

Antiguamente,  el ser humano necesitaba abrigos de pieles para mantener el calor y poder sobrevivir. Pero este razonamiento ya no es válido porque existen otros materiales, entre los que se encuentran los que descubrieron los exploradores polares hace mucho tiempo. Hoy en día, un abrigo de pieles sólo sirve para mostrar un determinado estatus social,  y su producción es rentable de acuerdo con los principios capitalistas. A los animales ya no se les considera como tales sino como materia primas.

Cuando los argumentos para defender el uso y la producción de abrigos de pieles se  agotan, a los amantes de los animales se nos echa en cara que a veces llevamos ropas hechas con cuero y que, por lo tanto, tenemos una doble moral. Pero los abrigos de pieles proceden de animales criados sólo por su pelaje, mientras que el cuero es un producto derivado  de la industria cárnica. No existe ninguna razón para no utilizar productos de cuero con el objetivo de mejorar la situación de los animales destinados a la industria cárnica ya que la gente sigue comiendo carne como antes.

Demuestre que usted también quiere convivir con los animales y la naturaleza. Haga boicot a los abrigos de pieles, la ropa de la gente ignorante.  




Tomado del libro: Los procesos de pensar y del escribir, de Lennar Björk

jueves, 23 de octubre de 2014

Este texto es para el 1E... Habla sobre sexismo, doble moral y, como pretexto, sobre el sexting

La verdad sobre ser una z***a
Publicado: 23/08/2013 07:11
Yo soy una z***a. Una z***a muy z***. Eso dice un montón de gente. La gente que lee mi blog y no está de acuerdo con su premisa. Gente a la que no le gusto. Mujeres que piensan que el sexo es asqueroso. Chicos que buscan una chica que puedan presentar a sus madres y piensan que como yo hablo abiertamente sobre sexo, no me gustan las cenas familiares o las madres.
Hay muchas razones por las que piensan eso. Me he acostado con un par de chicos. Más de 10. Más de 20. ¿Quieres seguir adivinando? He escrito mucho sobre mi vida sexual. He compartido historias personales porque pensaba, y pienso, no solo que escribo bien, sino que era una buena historia. Una que todavía creo que tendrá un final feliz en algún momento de todo este drama de emails de odio que incluye una nota en el parabrisas del coche de mi madre que decía: "Espero que estés orgullosa de la p**a que has criado".
Hace poco empecé a ver la serie de Aaron Sorkin The Newsroom. Al principio no me gustaba el personaje de Sloan Sabbith. Esa presentadora economista excepcionalmente atractiva, increíblemente inteligente, siempre armada con una respuesta inmediata ingeniosa.
Ví el episodio del domingo pasado [ATENCIÓN, SPOILER]. Hubo dos momentos que me atraparon. Maggie pregunta sobre Sandra Fluke: "¿Qué hay de malo con las p**as?" El segundo momento fue la difícil situación de Sabbith. Sale con un chico. Él le hace fotos, con el consentimiento de ella, y luego ella rompe la relación. Él sube las fotos a una página web. Todo el mundo ve el cuerpo de Sabbith. Su trabajo está en riesgo. Toda la gente lo sabe. Ella se sienta en una habitación oscura, llorando en silencio y dice: "Me quiero morir".
Nunca pensé que le daría las gracias a Aaron Sorkin. Por yo qué sé, cualquier cosa. Pero en voz baja se las di.
Más tarde, en el mismo episodio, Sabbith se enfrenta al ex que filtró las imágenes mientras este está en una reunión. Le da una patada en los huevos, le pega un puñetazo en la boca, y le hace una foto a su nariz ensangrentada.
La z***a cachonda gana. Y eso, amigo mío, es magia. Porque la z***a p**a nunca gana, ya ves. Las chicas de las que se publican fotos nunca ganan. Pierden sus trabajos, pierden su reputación. Se sienten humilladas, avergonzadas. De sus cuerpos. Piden disculpas por ser sexuales en su vida privada. Por las cosas que hacemos en la privacidad de nuestros dormitorios que ninguno hacemos ni deberíamos hacer pero que parece que sí porque, hey, hay 9.000 millones de personas en este planeta y de alguna forma han llegado hasta aquí. Sabbith se sienta en un cuarto oscuro y dice: "Me quiero morir". Porque le dejó a su novio hacer fotos, y él las publicó. Fotos no de ella matando cachorros, o maltratando a niños o violando a ancianos. Fotos de sí misma. Su cuerpo. Las cosas que hay bajo su ropa. Las partes del cuerpo que al parecer son más ofensivas que los dedos de sus pies.
Luego vino Maggie. Maggie dijo todo lo que he estado diciendo durante años. "¿Qué tiene de malo ser una p**a?"
A todas nos da miedo esta etiqueta. Y lo irónico es que la mayoría de nosotras (y tal vez esté equivocada, pero estoy bastante segura de que no) hacemos esas cosas de z***a cachonda. Hacemos fotos. Enviamos mensajes calientes por el móvil. Dormimos con nuestros novios. Maridos. Tenemos sexo. Nos desnudamos. Tenemos vaginas. Las usamos. Algunas de nosotras, a veces, incluso disfrutamos de su uso. Tenemos un cuerpo, senos, nalgas. De los que evidentemente todas deberíamos estar avergonzadas. Porque somos las únicas que lo hacemos. ¿Me escucháis, todas las mujeres del planeta? Sois las únicas que hacéis lo que estáis haciendo con ese chico (o chica, o peor aún, con los dos). Y es tan, tan increíblemente doloroso y malo y vergonzoso. ¿Qué? ¿Quieres saber por qué? Oh. Porque... ¿z***a?
El otro día me llamaron z***a en internet, por la billonésima vez. Por un artículo que escribí sobre el oficio de ser barman, nada menos. Como si fuese también un insulto. Yo no soy una ganadora del Pulitzer. ¿Pero sabes lo que soy? Una buena persona. ¿Meto la pata? Claro. ¿Cometo errores? Por supuesto. ¿Grandes? A veces. ¿He hecho cosas de las que me arrepiento? Sí. ¿He hecho cosas de las que no me arrepiento, pero que otras personas consideran que debería hacerlo? Sí. Soy un ser humano. Con pechos. Y una vagina. Y el uso que les dé no es lo que me hace ser buena, o mala. Una vez escribí que si una mujer descubriese la cura para el SIDA, pero al día siguiente saliesen fotos de ella desnuda con un vibrador, ESA es la historia que saldría en las noticias. Porque es evidente, los dildos hacen daño a la gente. (Inserte broma aquí). Porque es evidente, las mujeres que tienen relaciones sexuales hacen daño a las personas. ¿Una mujer haciendo fotos de esas cosas acojonantes bajo su ropa? A ver, no voy a decir que sea igual de horrible que niños con cáncer, pero... sí.
Agradecí en silencio a Aaron Sorkin no porque abriese un debate sobre el sexismo y las mujeres y los dobles raseros. Esa doble moral increíblemente frustrante seguirá existiendo para el resto de mi vida y mucho tiempo después. Lamento romper su corazón, señoras. Agradecí a Sorkin por dar a la z***a cachonda "abierta" el final feliz. Por recordarle al mundo que una p**a cachonda a la que le pillan haciendo las cosas (que todos hacen) que nadie se atrevería a hacer, sigue siendo una buena persona. Que incluso con internet y blogs de cotilleos y dobles raseros, las z***as todavía pueden ganar. Y tener su momento para darle una patada en los huevos al chico y hacer que se sienta tan mal por el simple hecho de tener pene, como se sienten muchas mujeres por tener vagina cuando una fotografía privada se publica en internet.
Me niego a pedir disculpas por ser una z***a y escribir sobre ello si consigo que una chica en este país no se siente en un cuarto oscuro y diga "quiero morir" mientras la gente le llama p**a. Para recordarle a todo el mundo que las z***as hacen buenas cosas. Hacen deporte y ganan premios y ayudan a los enfermos. Ganan elecciones y juicios. Quieren a sus familias. Son buenas amigas que trabajan como voluntarios en refugios de animales y envían paquetes a los soldados en el extranjero. Le dan al indigente del que todo el mundo pasa diez dólares. Y no lo hacen para que les perdonen ser unas p**as cachondas. Lo hacen porque son buenas personas.

Seguir a Stefanie Williams en Twitter: www.twitter.com/StefWilliams25


domingo, 19 de octubre de 2014

Un link

Cómic de UPSCL que habla de la cultura sexista
Este cómic aborda el mismo tema que le preocupa a Emma Watson. Comparto el link por si les pareció que el discurso de ella explica poco.
El material no es formal, pero sí clarifica.